El grupo, de Mary McCarthy

SESIÓN 20 (lunes 6 de junio de 2011)

Mary McCarthy ( Seattle, Washington, 1912 – 1989)

El grupo / Mary McCarthy ; traducción de Pilar Vázquez. — Barcelona : Tusquets, 2004. — 434 p. — (Andanzas ; 548)

Resumen: Protagonizan esta novela ocho amigas que se reúnen en Nueva York, recién salidas de la universidad y en un momento crucial para el futuro de su país, en los años treinta. Mujeres que en busca de la felicidad que deben lidiar con los prejuicios y los avatares de la pareja. Se trata, según la crítica, de una inteligente crítica del matrimonio y de la discriminación de la mujer estadounidense.

Valoración

La autora muestra con crudeza como mujeres de clase alta y bien preparadas malogran sus vidas al no haber modificado los valores en que las mujeres hemos sido educadas ancestralmente.

Esto sugiere la necesidad de que las mujeres nos replanteemos nuestro papel en el mundo de las relaciones sociales para llegar a ser realmente seres libres.

Cita

– … Una de las profesoras de Lakey le dijo un día que uno tiene que vivir sin amor, tiene que aprender a no necesitarlo, a fin de poder vivir con amor… (p. 56)

2 comentarios

  1. Mary McCarthy publica en 1954 «El grupo», novela ambientada en el Nueva York de los años 30.
    Sorprende la lectura por su actualidad, por la facilidad con que las mujeres del siglo XXI reconocemos como todavía pendientes de superar los mecanismos de dominación-sumisión de este patriarcado que seguimos padeciendo a pesar de los derechos conquistados.
    La obra produce inquietud, indignación, tristeza.
    Mientras la tristeza es un sentimiento aceptado en las mujeres –porque nos deja sin fuerza, pasivas- el enfado se nos reprime –porque la furia nos lleva a denunciar lo injusto, a actuar- . Se sigue pensando que un hombre cabreado «los tiene bien puestos» y una mujer cabreada es, en cambio, «una histérica».
    Cuando leo libros escritos por mujeres norteamericanas feministas en los años 60 y 70, que empezaron a ventilar por las calles su ira histórica de mujeres hartas de sufrir las injusticias del patriarcado, pienso que aquí, en España, pese al valor de las que se atrevieron a ser feministas en tiempos del franquismo o de la transición democrática, la mayoría de las mujeres no nos hemos sentido parte de un movimiento con la suficiente magnitud para canalizar nuestra ira en un impulso colectivo.
    A las mujeres actualmente se nos pide que seamos feministas pero “femeninas”, que reivindiquemos nuestros derechos “sin alterarnos”. Después de todo ¿de qué nos quejamos, si ya lo hemos conseguido casi todo?
    No es fácil encontrar a un hombre que comprenda nuestra indignación, que pueda empatizar con la rabia que sentimos ante los abusos que seguimos padeciendo las mujeres en el mundo. Ya quisiera yo ver cómo se sentirían ellos si en algún país les obligaran a ocultarse bajo un burka, si no pudieran salir a la calle sin estar acompañados por una mujer de su familia, si no pudieran ejercer sus profesiones, si la lista de asesinados a manos de sus parejas o ex -parejas fuese de hombres y no de mujeres.
    A mí las historias que cuenta Mary McCarthy me parecen de gran actualidad porque hablan de nosotras, de mujeres hemos estudiado en la universidad, que somos económicamente independientes y que sin embargo seguimos aceptando relaciones afectivas que reproducen esquemas de maltrato.
    “El Grupo” presenta varias historias que reflejan esa sumisión de las mujeres, esa falta de confianza en su propia fuerza, en su valía como personas y como profesionales, en su capacidad para saber lo que necesitan y reclamar su derecho a ello.
    Admirar tanto a la pareja –como le sucede a Kay- como para desparecer detrás de ella, creer que no se posee el suficiente talento y dedicarse a aplaudir el talento del “gran hombre” es un tema que se ha repetido infinidad de veces en la vida de muchas mujeres casadas con artistas. Recomiendo aquí la lectura de “Amor o lo que sea” de Laura Freixas por la cantidad de ejemplos históricos que presenta y por la historia que narra la propia obra.
    Someterse a una experiencia sexual en la que no se tiene enfrente a un igual sino a alguien investido de una supuesta autoridad para decidir qué y cómo se hacen las cosas, como en el caso de Dottie, o estar a merced de un hombre que se cree autorizado a violar a una mujer si ésta no desea tener contacto sexual en una cita, como en el caso de Libby, son algunas de las formas de dominación-sumisión que se muestran en la novela.
    La historia de Priss y su forma de tratar a su bebé, sin conectarse en ningún momento con su instinto y aceptando la “autoridad” de su marido, el pediatra, me pone los pelos de punta. Que hasta en su papel de madres las mujeres hayan aceptado que los hombres saben mejor que ellas lo que deben hacer con sus bebés me parece el colmo. ¡Ese niño llorando 10 horas al día porque “así se fortalecerá”! Seguro que lo que se fortalecerá será su odio. Y si la rabia de Priss no estalla por algún lado la volverá vacía o la enfermará.
    Kay es internada por su marido en una clínica psiquiátrica y ella acepta, envuelta en mentiras y manipulaciones, perder su identidad y su libertad. Y al final se acabará “cayendo” por la ventana, como les sigue sucediendo a tantas mujeres hoy en día.
    Ayer leí en un informe de La Cruz Roja que LA CAUSA PRINCIPAL DE MUERTE EN EL MUNDO EN MUJERES DE 15 A 44 AÑOS ES LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
    No sé de qué nos quejamos.

    Me gusta

  2. Madre mía! Esa es la causa principal…. Qué horror!

    Gracias por la aportación al leerte abrimos más los ojos y seguimos en la lucha que parece que ya se sabe, pero que hace falta seguir exponiendo.

    Me apunto el libro de Freixas.

    Noamanda; mujeres invisibles.

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.